el hombre triste agarro una caja de cigarrillos, en el mejor de los tabacos se sumergia, cogio cada uno de ellos y los puso en cada uno de los orificios sublimados de su cuerpo... Convertido en humo denso miro deseosamente su guitarra, deleitandose con tan sensuales seis cabellos finos, quienes por su parte lo incitaban a más...
acto seguido la tomo por el clavijero cuerdo y le hizo el amor con suculento ardor.
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